La Denominación de Origen Ribeiro, creada en 1932, es la más antigua de Galicia y la segunda de España, solo por detrás de Rioja. Desde entonces, generación tras generación, seguimos apostando por nuestras uvas locales, recuperando procesos tradicionales para mantener viva la esencia del Ribeiro. Uno de los mejores ejemplos de esa herencia es el Tostado de Costeira, un vino único originario del corazón del Ribeiro.
¿Qué es el vino tostado?
El vino tostado es un auténtico tesoro del Ribeiro. Se elabora solo aquí, en esta denominación, y es uno de los vinos dulces más especiales. De hecho, está reconocido como patrimonio de la enología española. Su secreto está en la pasificación de uvas autóctonas: un proceso tan lento como tradicional.
Eso sí, no todos los años se puede hacer. Para conseguir un buen vino tostado, septiembre tiene que ser seco y soleado, con la humedad justa para que los racimos crezcan adecuadamente. De cada 100 kilos de uva pasificada apenas se obtienen entre 20 y 40 litros de vino, justo ahí radica su magia.
Características del vino tostado
A simple vista, el vino tostado luce un color amarillo ámbar con reflejos dorados. En nariz destacan los frutos secos, la miel y las notas de naranja confitada. Y cuando lo pruebas, te envuelve: es untuoso, persistente y con el equilibrio justo entre dulzor y acidez.
Suele tener entre 13 y 15 grados alcohólicos, pero su suavidad hace que no lo notes.
Historia del vino tostado
Si nos vamos atrás en el tiempo, hasta el siglo XVII, ya encontramos referencias a este vino en el Ribeiro. Entonces se elaboraba en pequeñas cantidades, normalmente para autoconsumo o como vino de celebración.
Con la llegada del siglo XX, su producción se redujo mucho: el clima cambió, las condiciones eran complicadas y el proceso resultaba costoso. Muchas bodegas dejaron de hacerlo hasta que, en el siglo XXI, el vino tostado volvió a renacer como símbolo de identidad y orgullo del Ribeiro.
Proceso de elaboración
Todo empieza seleccionando a mano los mejores racimos de la uva Treixadura. Luego, se dejan pasificar las uvas de forma natural en un espacio cubierto y ventilado durante al menos tres meses para lograr las condiciones de dulzor apropiadas. Para ello, se usan varas de madera de mimosa donde los racimos se colocan con cuidado.
Cuando alcanzan el punto ideal de pasificación, se prensan suavemente y se obtiene un mosto con más de 300 gramos de azúcar por litro. A partir de ahí, el vino fermenta en barrica (de roble o cerezo) unos seis meses, y luego pasa otros tres en una segunda fermentación.
Cómo disfrutar el vino tostado
El vino tostado tiene mil formas de disfrutarse. Puedes servirlo como aperitivo con frutos secos, o reservarlo para el final de la comida, acompañando postres o quesos azules. También se puede disfrutar solo, en una sobremesa tranquila, a una temperatura aconsejada de entre 8 y 10 °C.
El Tostado de Costeira, un vino dulce con historia
En Viña Costeira recuperamos esta tradición centenaria con el Tostado de Costeira, elaborado con uva Treixadura pasificada durante más de 90 días. Luego pasa 180 días en barrica de roble francés y otros 90 en botella, tiempo suficiente para que sus propiedades se manifiesten en su máximo grado.
El resultado con excelente equilibrio entre dulzor y acidez, elegante, con alma y carácter. Es, sin duda, el vino más especial de nuestra bodega.Descubre más sobre él y otros vinos de nuestra bodega en nuestra tienda online.



