Los vinos de Viña Costeira están enmarcados en la denominación de origen más antigua de Galicia y probablemente una de las más antiguas de Europa: la D.O. Ribeiro. Su diversidad de varietales es una de las riquezas que la historia otorgó al Ribeiro. Las distintas cepas contribuyen a que el paisaje de la comarca no sea un uniforme monocultivo, sino un tapiz sorprendente, cuya riqueza aporta al vino increíbles combinaciones de matices y aromas.
Treixadura, Torrontés, Loureira, Lado, Albariño y Godello son las grandes variedades de uva autóctonas que intervienen en la elaboración de los blancos y de ellas toman su frescura, su cuerpo y sus aromas. Caiño, Brancellao, Sousón, Ferrón y Mencía son las protagonistas de los tintos, sabrosos y de creciente calidad.
Nuestros viñedos están repartidos por toda la comarca del Ribeiro, en un valle formado por los ríos Miño y sus afluentes Avia y Arnoia, una situación privilegiada que favorece el cultivo de las viñas, al contar con unas condiciones climatológicas ideales.
Los suelos, de origen granítico y orientación sur, están dispuestos en “costeiras”, el nombre que históricamente se daba a las mejores laderas expuestas al sol, donde se cultivan las mejores uvas. Además, se trata de un territorio donde los manantiales termales suponen un gran diferencial, convirtiendo a la zona en uno de los destinos de turismo termal más importantes a nivel europeo.
Con origen en al año 1742, en 9 hectáreas de cepas propias elaboramos vinos de autor con variedades autóctonas gallegas. La finca del Pazo de Toubes es un terreno de procedencia granítica, textura franco-arenosa con alguna zona arcillosa. Pendiente del 48% y 260 metros de altitud media.
Bodega pequeña, con producción limitada y elaboración artesanal y tradicional.
Su emplazamiento es privilegiado aprovechando el terreno quebrado del Valle del Avia, en la parte alta da ala del monte que domina las viñas.
Su emplazamiento es privilegiado aprovechando el terreno quebrado del Valle del Avia, en la parte alta da ala del monte que domina las viñas.
Los orígenes de la D.O. Valdeorras están ligados a la presencia romana por el paso llamado Vía Nova, así como por los yacimientos auríferos de la zona. Las primeras referencias a la viticultura en las riberas del Sil nos llevan a la figura de Lucio Pompeyo, al que se le atribuye la plantación de la primera cepa de la región allá por el siglo I d.C.
La región destaca tanto por la elaboración de blancos, donde la uva Godello es indudable protagonista, como por sus afamados vinos tintos. Para la elaboración de estos últimos, la uva Mencía aparece como la variedad más destacada, si bien se combina habitualmente con otras variedades como el Sousón, la Garnacha o la Tempranillo.
En Valdeorras, donde las zonas de producción ocupan gran parte de las cuencas de los ríos Sil, Xares y Bibei, el factor climático crea unas condiciones especialmente favorables para la vid, gracias a las extraordinarias bajadas de temperatura durante la noche, donde se llegan a registrar descensos de hasta 28 grados respecto al día.
Las cepas, asentadas en laderas de orientación Norte – Sur, crecen sobre suelos de esquistos y pizarrosos, en un entorno incomparable marcado por el cauce fluvial y el gobierno del majestuoso Santuario de las Ermitas.