A la pregunta de ‘¿cómo hacer un buen maridaje?’ podemos responder con la célebre asociación de los blancos para el pescado, los tintos para la carne… Pero los estilos de vinos han cambiado y evolucionado mucho durante los últimos tiempos, lo que nos permite descubrir nuevas sensaciones y arriesgarnos con ciertas combinaciones. Así, beber vino está cada vez más de moda y hay mucho más que conocer sobre qué vinos les van bien a tus comidas.
Si has invitado a unos amigos a tomar algo en casa o simplemente te apetece acompañar una cena con un buen vino, a continuación, te vamos a contar que es el maridaje, para que sirve y qué tipos puedes encontrar. Continúa leyendo y sorprende a tus invitados con las mejores combinaciones posibles.
¿Qué es el maridaje?
Si maridar, según la RAE, es sinónimo de casar o unir dos cosas, cuando hablamos de maridaje en términos vinícolas hacemos referencia al proceso de unir un alimento con una bebida, en este caso un vino, con el que case a la perfección. Con ello conseguimos sabores únicos y una experiencia gastronómica muy agradable.
¿Para qué sirve el maridaje?
El maridaje sirve para realzar el sabor de nuestra degustación con esa combinación de comida y bebida que incrementa la experiencia que supone acompañar un plato determinado con un buen vino. Hoy en día, es todo un ritual desde el descorche de la botella hasta el paladeo de los sabores y texturas que se aprecian en la boca.
¿Qué tipos de maridaje existen?
Dentro de este arte que, con su experiencia y su saber hacer, el sumiller nos acerca a la mesa, existen tres tipos:
Maridaje por semejanza o complemento
Este tipo de maridaje es el más habitual y se centra en unir aquellos sabores, sensaciones y aromas que se parecen entre sí. Básicamente se busca potenciar la experiencia a través de la armonía de sus elementos. Aquí tenemos el claro ejemplo del pescado y el marisco con el vino blanco o las carnes rojas con el tinto.
Maridaje por contraste
A diferencia del anterior, en este tipo de maridaje se busca lo opuesto a lo tradicional juntando combinaciones más atrevidas y no por ello menos complementarias. Su fin es conseguir sensaciones completamente nuevas por medio de matices tanto intensos como ligeros. Un vino dulce que se marida con un queso fuerte, por ejemplo.
Maridaje regional o por proximidad
Su nombre ya nos da pistas de la intención de este tipo de maridaje que no es otra que combinar vinos y alimentos que sean de una zona geográfica específica. Se centra en destacar el sabor que tienen estos productos concretos y, a su vez, promocionar la oferta gastronómica de una región determinada. Esto ocurre con un tinto, joven y frutal, elaborado con uva mencía y acompañado con un buen pulpo a feira gallego.
Maridaje: reglas básicas
En Viña Costeira te detallamos los tips básicos del maridaje para fusionar y equilibrar el sabor de tus platos con nuestra bebida favorita: ¡el vino!
1. La elección
A la hora de seleccionar un vino es muy importante tener en cuenta la intensidad aromática respecto al plato que acompaña. Los vinos deben coincidir en esta intensidad tanto a nivel aromático como por contraste.
2. Valentía
La idea tradicional de maridar el pescado con vino blanco y la carne con tinto ha pasado a la historia. La potencia aromática y de sabores que tenga un plato, requerirá un vino equivalente. Hay pescados que piden un tinto ligero, o carnes blancas que maridan con blancos en crianza. Es cuestión de echarle valor y cabeza.
3. Sin prejuicios
No debemos olvidar que a día de hoy tenemos un abanico de rosados gastronómicos y que maridan a la perfección con casi todo, pese a su acostumbrada mala prensa. Lo recomendable es servirlos siempre rondando los 12ºC de temperatura.
4. Orden
Es buena idea comenzar con un espumoso el aperitivo, pudiendo estos últimos servirse durante toda la cena. Continúa con los rosados, los blancos y, posteriormente, los tintos. Siempre de más joven a más viejo. El orden de los factores sí que puede influir en el resultado final.
5. Paciencia
Si dispones de tiempo y es adecuado para el vino, se abre la botella con algo de antelación.
6. Temperatura
El hielo solo no enfría, para mantener las temperaturas es necesario añadir agua en la cubitera y que ésta abrace toda la botella. Para que el vino alcance su máximo esplendor, debe estar a la temperatura adecuada. Siempre hay que seguir la recomendación que el elaborador deja indicado en la etiqueta.
En general, la franja térmica comienza en los 8 o 9 grados de un blanco con poco cuerpo, que va aumentando con este último, hasta alcanzar los 13-14ºC. El tinto, con temperaturas de consumo algo más elevadas, ha de servirse fresco para que vaya entonándose en la copa.
7. Misterio de la copa
Utilizaremos una copa adecuada para cada vino, siendo más pequeña la de blanco. En el caso de los tintos, lo ideal es tener dos tipos: borgoña y burdeos. Es más importante la calidad del vidrio que el tamaño de la copa: ha de ser bueno y fino para que el vino no encuentre obstáculos hasta nuestro paladar. Importante: secar siempre con paños de algodón, nunca con papel. Evitaremos encontrar rastros desagradables.
De todas maneras, si alguna vez te has preguntado cómo elegir la mejor copa para cada vino, tenemos un artículo preparado para ti.
8. Conservación
Si nos queda una botella a medias, lo mejor es poner un tapón que haga el vacío y guardarlo en la nevera tumbado. Aunque la mejor opción siempre es terminar el vino.
9. Montaje
Una botella en formato mágnum ayudará a la buena conservación del vino ya que la cantidad de oxígeno por botella es menor, además de poseer mayor inercia térmica o por contraste. Por otra parte, la puesta en escena de la mesa con un mágnum siempre es señal de éxito.
10. Degustación
Una vez que está hecha toda la preparación, llega el momento de relajarse y disfrutar. Si has cumplido con el resto de pasos previos, la degustación que viene a continuación de tu maridaje debería dejar en tus comensales una agradable sensación que, sin ser invasiva, realce los matices del alimento y deje un buen recuerdo del vino. Una experiencia que esté a la altura de los productos que les presentas en mesa.
Recomendaciones de maridaje de Viña Costeira
El maridaje de vinos es principalmente una cuestión de gustos. En Viña Costeira somos muy fans del queso, el pescado, la carne roja y, por supuesto, los postres. Y todo, con una copa de vino. A continuación, os detallamos algunas propuestas de nuestros mejores maridajes:
Vino y quesos
El maridaje de vinos y queso puede ser considerada una de las mejores combinaciones gastronómicas: cuando queremos picar algo, cuando vienen amigos a casa, cuando lo usamos de aperitivo en una comida… El queso parece que siempre es una buena opción, pero hay que tener cierto cuidado a la hora de elegir el vino que lo va a acompañar. Por suerte, Viña Costeira prepara el maridaje perfecto para los amantes del queso y es lo puedes comprobar con solo entrar en nuestra web.
Si te gustan los quesos tradicionales gallegos te recomendamos un maridaje con nuestro Ribeiro de Viña Costeira, un vino con aroma de intensidad media alta, muy fino y elegante, con notas de fruta de hueso, tropical y hierba fresca.
Vino y pescados
Hacer un buen maridaje de vinos con pescados no es tarea fácil. A la hora de tomar pescados y mariscos muchas veces no sabemos cuál es el mejor vino que acompañará y podrá resaltar lo mejor de nuestras recetas. En Viña Costeira te recomendamos probar, en este caso, nuestro Tamborá Godello, un excelente acompañante de mariscos y pescados en general. Si, en cambio, eres amante del vino tinto y te gustan los pescados azules, nuestro consejo es que optes por un Pazo Ribeiro Tinto de Viña Costeira.
Vino y carnes rojas
Algo que no puede faltar para acompañar un buen corte de carne roja es una botella de vino. Hay diferentes variedades entre las que elegir. En Viña Costeira te proponemos probar nuestro Mencía, un vino polivalente, perfecto para ‘chatear’ y excelente para maridar con guisos y carnes rojas a la plancha o a la brasa.
Vino y postres
Ni café, ni té. Nosotros lo tenemos claro: los mejores vinos de postre están en Viña Costeira. Te damos tres opciones: Lúa de Costeira, un vino espumoso que brilla tanto en calidad de aperitivo como en el papel de copa de sobremesa; Tostado de Viña Costeira, un vino naturalmente dulce que, al igual que el anterior, combina tanto solo como en combinación con todo tipo de postres; y, por último, Lua Jazz Brut de Viña Costeira, vino espumoso de elaboración clásica que puede acompañarnos durante toda la comida, desde el aperitivo hasta el brindis final.
Ante la duda: ¡Déjate asesorar por un experto! Es lo más acertado que puedes hacer para no equivocarte. Para elegir el vino apropiado para cada plato, siempre cuatro ojos ven mejor que dos. Y recuerda que en Viña Costeira estaremos encantados de ayudarte con tu elección.